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Situado sobre una llanura, en las últimas estribaciones de la sierra de Albarracín, en el nacimiento del río Jiloca.

Los romanos abrieron en la roca un acueducto para traer el agua del río Guadalaviar, el acueducto iba de Albarracín a Cella y se han realizado varias campañas de excavaciones para descubrir el trazado en su totalidad.

La iglesia parroquial de la Inmaculada es una obra que comenzó a construirse en el S.XIV, de nave única con capillas en los contrafuertes; en el S.XVI se reconstruye, al ser dañada por la humedad, completando las crucerías; en el S.XVIII, al hundirse la cabecera, se levanta un crucero con cúpula váida; la torre de cantería tiene tres cuerpos, el superior octogonal; la fachada porticada es gótica con arquivoltas semicirculares; en una esquina de la iglesia existe un escudo de piedra con los emblemas de Cella; en el interior conserva la imagen de la Virgen del Castillo (S.XIV), una tabla de San Marcos (S.XV), los retablos manieristas de San Sebastián y el de la Virgen del Rosario (S. XVI), el retablo mayor de Damián Blas (S.XVI), fragmentado al hundirse la cabecera; el retablo de San Clemente y el de San Roque (S.XVIII), el retablo neogótico de la Piedad y la sillería del coro (S.XVII).

La ermita de Loreto (S.XVI-XVII) es una construcción de mampostería y cantería, de una nave, cubierta con bóveda de crucería estrellada y atrio con columnas toscanas y zapatas decoradas con eses y una flor; conserva un retablo manierista (S.XVI).

Próxima a la plaza de Toros se alza la ermita de San Sebastián (S.XVI).

Fue erigida en 1560 y reconstruida parcialmente en 1693 y 1801 el altar Mayor y el crucero; es una obra de mampostería y cantería, con puerta de ingreso de arco de medio punto en cuya clave aparece un escudo y la fecha «1693».

La ermita de San Pedro Arbués (S.XVIII) es una construcción de mampostería y cantería, de una nave, con techumbre a dos aguas y atrio tapiado; en la actualidad se utiliza de leñera.

En las ruinas de la ermita de San Pedro Apóstol sólo se distinguen los arranques de los muros y la forma rectangular de la planta.

La ermita de San Antonio es de construcción moderna y sin interés.

Los restos del antiguo castillo se conservan próximos a la iglesia; un lienzo de un muro de piedras irregulares se encuentra adherido a la ladera de la meseta donde se asienta el casco antiguo; fue el castillo más importante de la zona.




El Ayuntamiento (S.XVI) es un edificio de cantería y mampostería; el piso bajo es, al menos reformado, con arcos de medio punto sustentados por pilastras acanaladas; el primer piso, con ventanas adinteladas, y el segundo piso, tiene ventanas dobles semicirculares que sustituyen los antiguos ventanucos y contrastan con el resto del edificio.

La casa de los Goyanes y Fuentes (S.XVI) es un edificio de grandes dimensiones, de tres plantas, con fachada con vanos adintelada y escudo.

La casa de Lanzuela (S.XVIII) es la típica mansión aragonesa de tres plantas, con patio de entrada, escalera imperial con cúpula sobre ella y vanos cuadrados; tiene gran riqueza decorativa en el interior con pinturas de la época en algunas estancias y austeridad en el exterior.

El famoso astrónomo cellense, cura Zarzoso, investigaba desde un edificio de tres plantas y alero de madera (S.XVIII), que aún conserva los mismos arcos desde los cuales observaba los astros.

La «Huerta del Hortelano» (S.XIX) es un edificio de arquitectura popular, de estilo aragonés, con tres plantas de cantería y alero de ladrillo; la fachada principal tiene un pórtico con columnas de madera en las que apoyan las zapatas.

La casa de la calle Romanos, núm. 2 (S.XIX), es un edificio de tres pisos con vanos adintelados y un hermoso escudo de piedra. 

La Fuente de Cella es un pozo artesiano entre las capas del jurásico permeable y el triásico impermeable, conocido hacia el S. XIII; el ingeniero italiano Ferrarí realiza en 1729 el pretil de cantería que lo circunda; tiene 130 m de perímetro, de forma elíptica, con 35 m de eje mayor y 25 de eje menor; el coste de la obra fue de 13000 libras valencianas; en la Fuente coinciden las acequias del Condo, de la Granja y la acequia Madre; junto a ella se levanta una ermita neoclásica del mismo año que la obra de ingeniería de Ferrari.

En los últimos lustros se construyeron dos importantes industrias, «Intamasa» y «Móstoles Industrial», que se dedican a la fabricación de paneles de madera; ambas se ubican en el polígono industrial situado en los terrenos próximos a la Estación Central Minera.

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